

La avena es un cereal muy importante, es muy completo y aporta una gran cantidad de proteínas, fibra y minerales.
Podemos encontrar este cereal en distintos formatos
Avena Tradicional, que esta completamente cruda
Avena Instantánea, que tiene un proceso de pre-cocción previo.
Ambos formato de avenas, podemos encontrarlas en hojuelas, harina, o copos enteros.
La harina de avena, que es aquella que se obtiene de moler las hojuelas de avena, se puede preparar en casa, utilizando una licuadora para el procesamiento.
Lo ideal es utilizar la avena integral que es aquella que contiene la parte integral del grano (el salvado de avena).
La avena por sí misma no contiene gluten, pero en algunos países se la siembra y cosecha en conjunto con otros cereales que si lo tienen y por lo tanto puede contener trazas de gluten por contaminación cruzada (como se lo suele denominar).
En algunos países se la puede encontrar disponible con la certificación sin gluten.
La forma ideal para preparar la avena es someterla previamente a un proceso de remojo, ya que a partir del mismo se genera un proceso de degradación de antinutrientes que son inhibidores enzimáticos, lectinas y ácido fítico que contiene la avena y no permiten que absorbas los nutrientes.
Además la avena contiene almidón, por lo tanto al dejarla en remojo y cocinarla se facilita el proceso de digestión.
Por lo tanto, es importante tener en cuenta que aunque utilicemos avena instantánea debe cocinarse antes de consumirla.